WILSON DANIEL HENRIQUEZ GALLEGOS
Pero el horror no quedó allí.
"La idea era que la mayaría rompiera el cerco y librara;la responsabilidad cayó en Wilson"
El 27 de abril de 1987 se había arrendado la propiedad de Varas Mena 417 a una pareja con un niño. A las 23 horas del fatídico día 15, civiles golpean el número 415 y solicitan ingresar pues decían perseguir a un delincuente común. Así copan las casas vecinas y sus techos. Un grupo de civiles intenta entrar al 417 y derribar la puerta, ordenando a los ocupantes la salida de la casa. Se inicia una gran balacera por parte de civiles recibiéndose respuesta desde la casa. Producto de la balacera cae muerto Wilson Daniel Henríquez Gallegos, de 26 años de edad, casado, padre de 2 niños de 5 y 3 años, obrero de la construcción, quien vivía con su esposa.
¡No hay perdón ni olvido!
¡No a la Impunidad!
Extraido de "El Rodriguista" Nº37 año 1989
http://www.mpmr.org/
Quince minutos más tarde, la vecina del 415 vio herido en su patio a Juan Waldemar Henríquez Araya, quien le solicitó ayuda. Ella se niega por temor, ingresaron de pronto civiles a la casa y lo detuvieron.
"Su decisión no admitía discusión alguna,su actitud nos llenó de orgullo y admiración".
La mujer, quien escuchaba desde su dormitorio lo relataría asi "desde la pieza sentimos como arrastraban un bulto, luego oímos mas balazos". El cadáver de Juan quedó toda la noche en la calle junto a un árbol. Juan muere enfrentándose a la CNI, como ejemplo de valor y fuerza de los combatientes por el presente futuro de la patria. Tenía 28 años de edad, hijo de Mónica Araya, dirigente de la AGECH, secuestrada en 1985. Nieto de Bernardo Araya, ex diputado del PC y ex secretario general de la CUT, de 64 años y su mujer Olga Flores, de 60 años. El 2 de abril de 1976 Juan y su hermano fueron detenidos con sus abuelos, quienes hasta hoy permanecen ambos detenidos desaparecidos.Ellos vieron cómo los torturaban, fueron liberados gracias a la negociación de su abuela. Más tarde, los jóvenes y su padre parten al exilio rumbo a la RDA, donde Juan Waldemar estudia ingeniería y se casa, su esposa e hijos viven aún en Alemania. Regresa clandestinamente a Chile a luchar por su compromiso con el pueblo y su causa. Es de los héroes que siempre debemos recordar como si fuera nuestro hermano, hijo, compañero. Vivió intensamente, asumió la lucha de su pueblo y al igual que Wilson, murió combatiendo. Nos sentimos orgullosos de ellos. Su muerte nos fortalece y nos muestra un cammino a seguir.
¡No hay perdón ni olvido!
¡No a la Impunidad!
Datos extraidos de "El Rodriguista" Nº37 año 1989
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