Estimados compañeros, amigos, hermanos, pueblo y patriotas de nuestro Chile:
Una vez más nos convoca el recuerdo de esa triste jornada del 15 y 16 de junio del año 1987, cuando los esbirros de la dictadura, cuando los asesinos de Chile, creyeron que podían acabar con el ejemplo y el legado de Ester, de José Joaquín, de Wilson, de Patricia , de Juan, de Elizabeth, de Julio, de Ricardo, de Patricio, de Ignacio, de Manuel, y de todos aquellos que con su vida sellaron un pacto de inmortalidad con nuestro pueblo y nuestra patria.
Al recordar lo que fue la matanza de Corpus Christi lo hacemos con una esperanza, la esperanza de ser dignos herederos del ejemplo que nos dejaron estos combatientes, junto a tantos otros que cayeron por los más nobles ideales de nuestra patria.
Encarnamos hoy el puño de ellos. Hoy día nuestras voces van acompañadas de sus ecos revolucionarios. Hoy día, como Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez les decimos a nuestros hermanos, a los compañeros de Corpus Christi, a nuestros combatientes caídos enfrentando a la dictadura y contribuyendo a la libertad de nuestra patria, que nadie está olvidado, que nada está olvidado. Que su ejemplo sigue vivo y se vuelve cada día más presente y los podemos ver caminando en las marchas de los jóvenes secundarios, organizando y resistiendo junto a los pobladores de Peñalolén, luchando por las tierras de nuestro pueblo mapuche y cada una de las batallas que el pueblo da diariamente.
En estos años, cuando algo de verdad a llegado a todos los rincones, cuando el manto de corrupción y cobardía del dictador se ha develado para todos, cuando se saben nombres de los asesinos y los responsables políticos de tanta atrocidad rasgan vestiduras para decir que no sabían, cuando los medios de comunicación que hicieron montajes hoy gritan horrorizados por tanta violación a los derechos humanos, cuando muchos de los que alguna vez se presentaron como opositores al fascismo, hoy por conveniencia política, se alían con el imperio y los generales civiles del golpe, para decir justicia y verdad en la medida de los posible, cuando tanta y tanta mentira e injusticia cubre nuestro suelo, nuevamente vuestros hermanos y la gente de buen corazón, sigue gritando por el bien de Chile, ni perdón , ni olvido.
Queridos hermanos, hijos de la mejor tradición de resistencia y construcción popular de Chile, ustedes son parte ya de la memoria histórica, hace rato han engrosado con otros rodriguistas, la lista de luchadores por la libertad y soberanía de Chile, sus nombres se han agregado a los de Caupolican, Lautaro, Janequeo, de Manuel, Bernardo y José Miguel, a los jóvenes libertarios de la Sociedad de la Igualdad, a los hombres y mujeres que levantaron el movimiento obrero, a los poetas, a los estudiantes, a los que hicieron posible el gobierno de Salvador Allende.
Son más de 60 los rodriguistas caídos en dictadura y en las luchas por la libertad del continente. La sangre de ustedes, ha construido una identidad, sus ejemplos, junto al trabajo anónimo y heroico de cientos de miles de compatriotas, han señalado un legado, que está escrito a sangre y fuego: la necesidad de que el pueblo tenga la capacidad de lucha en todos los terrenos, de que las armas y las concepciones militares no pueden y no deben ser solo patrimonio de las clases dominantes.
Nosotros, los rodriguistas no los recordamos como victimas, los recordamos como combatientes, como luchadores sociales y revindicamos los objetivos y motivos por lo cual ustedes empuñaron las armas libertarias.
Es por eso, que a 19 años de la matanza de Corpus Christi, queremos recordarlos con la emoción que significa la ausencia material de ustedes, porque extrañamos su empeño, porque extrañamos su ternura, porque extrañamos su sabiduría, porque extrañamos su entrega. Pero también lo hacemos con la fiereza que ustedes mismos nos legaron, la fiereza de saber que ninguna razón podrá evitar que más temprano que tarde podamos construir un Chile mejor, un Chile más justo.
Queridos combatientes, queridos hermanos, nuestro compromiso como el de ustedes, no lo detendrá ni la barbarie ni la muerte, nuestro compromiso con su memoria, nuestro compromiso con su historia, es un compromiso que construimos día a día. Junto a los trabajadores, junto a los pobladores, junto a hombres y mujeres de nuestro Chile para que nunca nadie pueda señalar que su esfuerzo fue en vano.
Es cierto que hoy la impunidad avasalla campante la dignidad de nuestra patria, que los asesinos de ustedes siguen gozando de libertad y siguen gozando de impunidad. Pero esta conmemoración de lo que fue su entrega, nos da empuje y fuerza para exigir justicia y castigo a los culpables. No descansaremos, no dejaremos un día sin denunciar la impunidad y la infamia.
Queridos hermanos y combatientes, queridos compañeros que con su vida nos legaron una tarea infinita: seguir luchando por un Chile mejor, por un Chile más justo, hoy venimos a decir frente a todos quienes nos escuchan, que nos hacemos parte una vez mas de las palabras de Don Manuel Rodríguez Erdoíza, quien enfrentado al desafío de la libertad de Chile dijo: “no soltare ni la pluma, ni la espada, mientras mis hermanos no se satisfagan condignamente”.
Por eso hoy cogemos las banderas de ustedes, las banderas de la libertad, cogemos las banderas del bolivarismo, las banderas del rodriguismo, para jurar en nombre de ustedes, para jurar en nombre de la patria, que el caballo de Manuel sigue cabalgando.
Honor y Gloria a nuestros Héroes de Corpus Christi
Honor y Gloria a todos los combatientes que con su vida sellaron el compromiso por un Chile mejor y más justo.
¡ Contra el imperialismo, soberanía nacional !
¡ Contra la oligarquía, soberanía popular. !
Dirección Nacional
Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez
Junio 2006
